Palabra y poder... tus palabras pueden ser hermosas
cuando las dices con sinceridad, amor, compasión y bondad. Tus
palabras crean para ti nuevas posibilidades,
te ayudan a generar paz, unión, amor, justicia, perdón y esto te ubica en el
sitio exacto para recibir la verdadera prosperidad que viene de Dios. Pero,
también hay otras palabras que son dichas en forma sutil con hipocresía o
en forma áspera, con ira,
enojo y malicia
con las que ofendes, hieres, destruyes y usas como buen sembrador de cizaña para
cosechar rencores, odios rechazos, ruina y confusión. Tú eliges que entorno
quieres para tu vida y tienes la libertad de usar bien o mal tu lengua que es
tu propio profeta y que te hará comer
de sus frutos sean dulces o sean amargos.