Juzgar es
malo... Porque con el juicio con que juzgáis
seréis juzgados y con la medida con que medís se os medirá". Este es un
principio eterno que nos aclara bien que “no” estamos autorizados para juzgar según las apariencias, sino con justo juicio. Juzgar en forma injusta
a una persona acarrea una sentencia aterradora que activa la ley de la retribución
contra nosotros.
Juzgar es malo... Dios juzga con justicia y paga a cada uno según sus actos. Esta palabra es
un polo a tierra para quienes andan buscando la paja en
el ojo ajeno y olvidan corregirse a sí mismos. Quién podrá decir:
"Júzgame oh Padre Eterno como he juzgado a mis semejantes" El
Señor dice: No hay justo ni aun uno, mejor nos arrepentimos y pedimos perdón por medio de Jesucristo para estar libres de esta culpa. ¡Paz y bien a
todos!